Sí, esa es la sensación que me ha dejado la última peli de Wes Anderson. Tres hermanos marcados por un padre que se va y por la ausencia de una madre (guapísima Angelica), que deciden reunirse en el lugar más espiritual del mundo para intentar una reconciliación fraternal.
Tras un inicio original titulado Hotel Chevalier nos adentramos en el increíble mundo de la India, a través de su colorido, porque en realidad hay poco más allá de esto (y el funeral del crío) que nos contextualice la trama.
Hay que reconocer que tiene algún punto bueno y destacaría la labor de cámara, errante y anticipada a los movimientos de los personajes; incluso las ralentizaciones cuando los personajes corren una y otra vez en pos del tren. Pero poco más hay que reseñar. Esa es la pura verdad. Que me he reído un poco, pero que me habría gustado más llorar, porque eso significaría que el viaje ha servido para algo más que para esbozar en unos pocos apuntes desdibujados la situación de incomunicación y soledad de los tres hermanos que se sienten abandonados a su suerte tras la desaparición paterna.
Tal vez sea el personaje de Peter (Adrien Brody) el que más me haya gustado; incapaz de perdonarse ante la trágica muerte de su padre, asiste a otro accidente, y se redime con el nacimiento de su hijo.
A modo de conclusión, decir que los cameos famosiles no salvan un film que podría ser bueno si ahondase, escarbase más bien, en los abismos internos de los personajes. ¡Ea!, he dicho.
Tras un inicio original titulado Hotel Chevalier nos adentramos en el increíble mundo de la India, a través de su colorido, porque en realidad hay poco más allá de esto (y el funeral del crío) que nos contextualice la trama.
Hay que reconocer que tiene algún punto bueno y destacaría la labor de cámara, errante y anticipada a los movimientos de los personajes; incluso las ralentizaciones cuando los personajes corren una y otra vez en pos del tren. Pero poco más hay que reseñar. Esa es la pura verdad. Que me he reído un poco, pero que me habría gustado más llorar, porque eso significaría que el viaje ha servido para algo más que para esbozar en unos pocos apuntes desdibujados la situación de incomunicación y soledad de los tres hermanos que se sienten abandonados a su suerte tras la desaparición paterna.
Tal vez sea el personaje de Peter (Adrien Brody) el que más me haya gustado; incapaz de perdonarse ante la trágica muerte de su padre, asiste a otro accidente, y se redime con el nacimiento de su hijo.
A modo de conclusión, decir que los cameos famosiles no salvan un film que podría ser bueno si ahondase, escarbase más bien, en los abismos internos de los personajes. ¡Ea!, he dicho.
12 comentarios:
La verdad es que yo cuando salí del cine no sabía si había visto una comedia, una historia con moraleja o qué....
Tuve la sensación de que el director había querido transmitirme algo, algo espiritual quizás, una de esas cosas que aprendes cuando, como en la película, pasas unos días/meses/años fuera de tu tierra, haciendo una vida que no es la normal, sin tus preocupaciones del día a día, y luego al regresar recuerdas tu experiencia y la comparas con tu vida real y decides que te gustaría cambiar de vida.
Pero fue sólo la sensación, porque llegué a mi casa sin saber todavía qué es lo que el director había querido transmitirme. Si es que quiso transmitirme algo... :D
Sí, sí, sí, sí, sí. Yo creo que ésa es la clave del film, dejarte la cabecita sin pensamientos. Mejor aún, hacerte creer que puedes criticar la peli aunque no sepas de qué rayos va (así me ha ido...). Tal vez sea ese trasfondo espiritual que mencionas, que provoca paz y despeje en el atasco mental. Tal vez sea que es muy pronto y me encanta divagar...
¡Bienvenido Caherco!
¿Osea que ni siquiera hay hippismo?
Iban
Lo más hippy que yo vi fueron los pies descalzos de Jason Schwartzman. Con eso ya te digo todo.
Un abrazo, Iban.
Buf cuanto tiempo!
Y que tres películas por comentar!
Empiezo por Darjeeling bastante en desacuerdo contigo. Entré al cine con mucho miedo, Life aquatic me gustó, pero para mi gusto era más errática que los tenembaum, y me esperaba más cuesta abajo.
Sin embargo me encontré con este viaje iniciático (uy, esto me ha salido mu de catedra de valladolid), tan lleno de color y emoción, no pude evitar tener una sonrisa boba toda la película y disfrutar de ese final tan trágico, esa sensación de haber visto por fin una obra completa, cerrada, después de tanto tiempo(mmmh agosto, con ratatouille). Adoro a Wes Anderson.
Ah... el corto del principio me pareció un coñazo insufrible (me asustó muy mucho), los encuadres tan buscado son muy bonitos si te ayudan a expresar algo, si no, son artificiales. Ni con Natalie en calcetines me interesó.
Bueno... ataco ahora mismo a sweeney todd.
Eso digo yo! Cuanto tiempo sin saber de tí.
Espero que te dejes ver algún día de cañejas por los Madriles y así comentamos todo esto y más.
Por cierto, Ani y yo iremos a ver La señorita Julia, que tiene muuy buena pinta. Ya te diremos.
Un muackazo!
y has visto soñadores? por laureados lares se debate.
Pues sí, sí que he visto Soñadores que tienie algunos momentos preciosos (sólo algunos), pero no entiendo muy bien a qué te refieres.
Requiero un comentario un poco más explícito, Mr. Nabo (léase con voz de barítono engolada).
era una simple invitación a pasarte por mi blog, donde había dejado una crítica a raíz de la que el listo dejó en la cinefilia. (léase con voz carrasposa entre estertores de muerte y cruentas toses). aggrrrr..... puuuu!!!!
jorl!
señorita bolbo, se le ha jodio el dvd o qué.
Ya voy, ya voy!!! ;-P
Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.
¡Vaya saque que tenemos! Madrid te está dejando sin palabras por lo que veo...
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