jueves, enero 10, 2008

AMERICAN GANGSTER





Los polos opuestos se atraen. Esa es la clave de la última película de Ridley Scott. El hermano mayor de Tony parte de una historia real para llevar a la pantalla una trama violenta, en su línea, pero con moraleja detrás.
Dos hombres, dos morales. Siguiendo la senda abierta por Francis Ford Coppola, Scott nos muestra el ascenso al poder de Frank Lucas, un afroamericano que ascendió a lo más alto dentro de la mafia de las drogas. El mejor producto al mejor precio en la coyuntura de una sociedad desestructurada por una guerra estúpida (¿cuál no lo es?) que sólo aportaba muerte y adicción era el contexto ideal para este hombre amoral pero eficiente y profesional.
En el otro lado Richie Roberts, un bicho raro dentro del cuerpo policial del New York setentero, bien recreado, por cierto. Con una vida familiar fracasada pone todas sus energías en el trabajo y en su deber como policía, lo que le vale granjearse la enemistad de sus colegas corruptos y las burlas de todos.
Los dos se complementan a la perfección porque en el fondo son iguales. Cada uno hace su trabajo lo mejor que puede, y no dudan en sacrificar a su familia para que todo salga bien. Por eso acaban entendiéndose.
La película tiene buenos momentos trepidantes y otros tantos que recuerdan a la saga de El padrino, parte de lo cual se podría haber eliminado para evitar odiosas comparaciones ya que no supondría ningún problema porque el pero es que se hace un poco larga.
Washington y Crowe están muy bien en sus roles y la pena es que el duelo interpretativo se demore tanto y sólo dé para unos breves minutos con poca chicha. Quizás sea eso lo que le falte para ser un film redondo, un cara a cara menos diplomático. En cualquier caso es un film interesante y recomendable.

2 comentarios:

Iban Silván dijo...

American gangster me pareció canónica a más no poder. Bastante previsible. Aunque es verdad que está bien ambientada en los setenta, pero reconoce que nosotros le tenemos cariño a Starsky y Hutch y esas cosas.
La verdad es que no me gustó. Y me pareció cobarde a la hora de plantear el rechazo a la guerra contra las drogas, aunque es cierto, como dices, que plantea su sinsentido.
No sé, no soporto las películas de mafiosos que ensalzan a esta gente. Me parecen el producto de una sociedad enferma y por eso les exijo más calidad que la que exijo de costumbre. Pero tampoco se puede poner uno políticamente correcto, porque la novela negra que más denuncia moralmente es aparentemente la más inmoral, la más salvaje.
Pero es que en Estados Unidos admiran realmente a esta gente.
Un abrazo,
Iban

Nelo dijo...

para polos opuestos 'infiltrados' sí que está de pm. ésta me pareció anodina y pueril aveces. la escena final es de una estupidez sin fronteras, sin nada que aportar. sin nada que decir. tan insulsa y vacua como su actor principal Denzel. q haga loq haga siempre pone la misma cara de resabido pelele. con esa sonrisita engreida y resplandeciente. buff, un tostón de hombre, su mejor papel el de poli chungo en training day. ahi sí q llegas a cogerle el asco q se merece. aunq el final resulte fallido también. pero q nada, q ésta la vi en el cine y apenas la recuerdo ya. y en la mafia, como en todas partes, habrá gente buena y gente mala. o esq todos los gitanos son unos miserables? el protagonista de 'blow' a mí me enternece.