La historia de Osama, escrita y dirigida por Siddiq Barmak en el año 2003, da forma a un film terriblemente necesario.
Cuenta cómo habían (y todavía han) de vivir las mujeres afganas, sometidas a las leyes machistas impuestas por los talibanes y, aunque derogadas tras la invasión estadounidense, todavía muy vigentes.
Qué triste el miedo de esta gente y con qué facilidad se hace y deshace en las vidas de los que están oprimidos.
Con una puesta en escena totalmente realista (y, en ocasiones, precaria), el director afgano trata de alzar su voz para que así se escuche la de estas mujeres que tras el burka no son capaces de expresarse (las escenas de la manifestación y el juicio lo dejan bien claro).
Además se nos pone de manifiesto, una vez más, lo importante que es que las mujeres puedan acceder a la educación. Una vez en la escuela, Osama no se diferencia mucho de sus compañeros, a los cuales les preocupa que no pueda escalar un árbol por ser una niña(de nuevo los niños influidos - mal - por sus mayores).
La escena más impactante de la película es el final de la misma, cuando el mullah procede a su baño ritual para limpiar sus impurezas (qué hipócrita!) y podemos ver en un breve flash back que hiela la sangre a la pequeña protagonista saltando a la cuerda en la cárcel, quizás sus últimos momentos como lo que era y le obligaron a dejar de ser, una niña.
3 comentarios:
Me aucerdo de ella. Me gustó. ganó la espiga de oro.
Y muy merecida.
Nunca está de más que nos sacudan la mente con relatos como éste (ojo! no es un cuento, es la pura realidad).
Meri te hemos escrito en Mononoke y El ansia, por si no te diste cuenta. Muchos besos de krisish.
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