Interesante proyecto (muy personal) de Antonio Banderas.
Con el guión de su amigo Antonio Soler y la música de otro amigo, Antonio Meliveo (que tres!), nos propone el acercamiento a una pandilla de amigos que sueñan con lo que quieren y lo que no quieren ser en un futuro que ya no les queda muy lejano.
Teniendo a un protagonista más destacado en Miguelito (con un aceptable Alberto Amarilla), es, sin embargo otro de los personajes el que más me interesa: Babirusa, interpretado por Raúl Arévalo. Por una vez en mi vida estoy de acuerdo con Cayetana Guillén Cuervo (y sin que sirva de precedente), que lo ha considerado, hablando de esta peli, como el Sean Penn español. Tal vez sea un poco pronto denominarlo así, pero la cosa promete. Babirusa es el personaje más loco pero, a la vez, el más realista, el que mejor sabe como son las cosas, el que, aunque desencantado de la vida, reacciona y sigue adelante (y eso que, para una vez que no hace nada, se ve entre rejas).
Sin embargo, el resto de los personajes son más idealistas (que decir de Miguelito), tienen más pájaros en la cabeza, y esperan que todo vaya bien cuando, desde un principio, el espectador entrevé que no va a ser así.
Banderas busca la imagen bella, lo poético, algo que ya se ve desde el inicio en el quirófano (hermosa imagen la de la bailarina con el tutú rojo).
El malagueño, con una buena labor como director de actores, promete.
Con el guión de su amigo Antonio Soler y la música de otro amigo, Antonio Meliveo (que tres!), nos propone el acercamiento a una pandilla de amigos que sueñan con lo que quieren y lo que no quieren ser en un futuro que ya no les queda muy lejano.
Teniendo a un protagonista más destacado en Miguelito (con un aceptable Alberto Amarilla), es, sin embargo otro de los personajes el que más me interesa: Babirusa, interpretado por Raúl Arévalo. Por una vez en mi vida estoy de acuerdo con Cayetana Guillén Cuervo (y sin que sirva de precedente), que lo ha considerado, hablando de esta peli, como el Sean Penn español. Tal vez sea un poco pronto denominarlo así, pero la cosa promete. Babirusa es el personaje más loco pero, a la vez, el más realista, el que mejor sabe como son las cosas, el que, aunque desencantado de la vida, reacciona y sigue adelante (y eso que, para una vez que no hace nada, se ve entre rejas).
Sin embargo, el resto de los personajes son más idealistas (que decir de Miguelito), tienen más pájaros en la cabeza, y esperan que todo vaya bien cuando, desde un principio, el espectador entrevé que no va a ser así.
Banderas busca la imagen bella, lo poético, algo que ya se ve desde el inicio en el quirófano (hermosa imagen la de la bailarina con el tutú rojo).
El malagueño, con una buena labor como director de actores, promete.
1 comentario:
Yo también la he visto, Banderas se pone poético hasta el punto de despistar y hacer secuencias en las cuales te preguntas que quiere decirnos. En mi opinión le ha faltado profundizar en personajes como el de Victoria Abril. Para mi gusto era un pelín demasiado poético.
Desde el principio se intuia ese abrupto final, con personajes desengañados de la vida.
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